Condenados a sentir

20 de julio de 2008
En este mundo se sufre demasiado, y no es que lo diga por tener tendencias suicidas, sino porque soy simplemente el alterego de una persona que se niega a sentir,  que un día hace muchos años sufría de algo llamado alta empatía y percepción,  súper sensibilidad a las emociones de los demás, imaginen sentir a una mujer sufrir y sentir su dolor como el suyo solo con estar a su lado, claro no le leía sus pensamientos sino sus emociones, tal era el grado la locura de este tipo que no podía estar donde estaban  muchas personas imaginen el peso de emociones, una carga de alegrías y dolores atacando como bombardero, se estaba volviendo mal de un tornillo, así que creo una personalidad asensible bloqueo cuantas emociones podrían caber en su ser, pero si lo hizo también bloqueo sus propias sensaciones,  el enamorarse, el sentir su propia tristeza y alegría, mal mal esta jodido el pobre, y ahí entro yo, el producto "libre" que solo vive en su cabeza, el personaje como dice ella del que se enamoro no del ser que vive por inercia, yo soy el que si se embriaga, porque el tipo real carece de motivos para ello, el que puede fumarse un cigarrillo si quiere, porque el pobre tipo real no puede cagar sus pulmones reales, y así muchas cosas que no puede hacer este pobre tipo las hago yo, yo si siento alegría, tristeza, y todo lo demás, yo si puedo estar con 2 chicas a la vez si me da la gana y claro si le da la gana a las chicas, pero el no me deja lastimosamente, pero me deja salir pocas veces, normalmente salgo cuando su psiquis esta muy debil cuando la moral no lo perturba, yo no soy tan obsesivo ni neorotíco como este chiflado producto de sus miserias, yo me relajo tal cual, vivo tomando un whisky en las playas de cancún, pero este tipo sufre de no sufrir que vida de mierda, por eso digo que a este mundo se viene a sufrir mas que hacer feliz,  cuanto mejor encares eso mejor vives....  nos vemos luego que voy hacer pipi imaginario.    

2 comentarios:

rajemofrel dijo...

... otra vez, ah!

Anónimo dijo...

una casualidad me trajo aca, buen escrito, me recordo un poco a "El otro yo" de Benedetti.

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bless